Una isla en un centro comercial populariza la impresión 3D


En poco más de un año, Luis Chiriboga logró moldear parte de su sueño: abrir un negocio que permita al público acercarse a la impresión 3D. Algo que fue posible en el momento que asumió el reto de dejar las oficinas cerradas y exclusivas para creativos y llevar todo su equipo a la vista de las personas para que estas vean cómo toman forma los objetos que anhelan tener entre sus manos.

La impresión 3D es uno de los mercados más nuevos que existen en el país. Sin embargo, su popularidad va en aumento gracias a que se ha adaptado a las necesidades del público.

Réplicas de construcciones arquitectónicas; piezas para reparar antiguos artefactos; inclusive trofeos que cuentan con un toque artístico muy particular. En este tiempo en la dirección de Maker Group, Luis mira que los ecuatorianos encontraron en esta impresión a un aliado para resolver problemas que antes hubiesen costado cientos de dólares.

Con un simple ejemplo se puede ver la efectividad de su idea. Antes, un prototipo construido en materiales como el metal o la madera tardaba tiempo en su manufactura e implicaba altos costos. En menos de 10 horas, ahora ellos resuelven esto diseñando esos objetos a una fracción de su precio. Así, por ejemplo, el diseño de una nueva botella de champú se lo puede presentar ante los directivos de una compañía de un día para el otro.

La agilización de los procesos es lo que atrajo la atención de Renato Vargas, diseñador de Maker Group. Él afirma que la impresión 3D es una vía para dar un giro en la manera en la que se concibe el diseño industrial (carrera que él estudio). Porque si bien esta área estaba enfocada en el diseño de objetos útiles para las grandes industrias y la sociedad, ahora la dinámica exige la creación de piezas u obras que satisfagan a un solo cliente.

Pero más allá de la satisfacción de una persona, Luis comenta que en Maker Group se están dando pasos vanguardistas. Uno de ellos es la creación de órganos que se utilizarán como parte del programa de Medicina de la Universidad San Francisco de Quito.

Esta versatilidad al usar los productos de la impresión 3D es con la que soñaba Luis desde un inicio. Ahora con otro negocio recién abierto en Guayaquil, espera que este tipo de dispositivos se vuelvan tan útiles como lo son las copiadoras para la vida universitaria.


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