Venancio Arahana muestra con orgullo uno
de los cultivos de tomate de árbol con los cuales trabaja. El es parte
de un grupo de 20 personas, entre estudiantes y profesores, que
investiga la variedad genética en algunas especies de plantas. María de
Lourdes Torres, líder de la investigación y coordinadora de
Biotecnología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), señala
que "la diversidad genética en un país megadiverso como Ecuador es
necesaria si queremos entender el verdadero valor de nuestra diversidad
con fines de conservación".
Arahana es uno de los científicos que intenta mejorar ciertas
características de algunos ejemplares. Por medio de genética tradicional
o en un laboratorio, busca variantes de especies que puedan
perfeccionar sus condiciones. Por medio de la ingeniería genética, se
podría, por ejemplo, lograr que las vitaminas existentes en el tomate de
árbol sean transferidas a la naranjilla.
Trabajo
"Nuestro objetivo en esta indagación es mejorar sus condiciones,
comprender sus problemas por medio de la genética, de esa u otras
especies, para que podamos conseguir especies o cultivos más tolerantes,
más resistentes, más productivos", indica Arahana.
El proyecto trabaja también en varios individuos como la naranjilla, el tomate de árbol o el mortiño. El científico Andrés
Torres, empezó en la investigación cuando era estudiante. "Elegimos
estas frutas porque son nuestras. Hoy en día no se están analizando en
otro lado y hay que tomar en cuenta el potencial que tienen",
manifiesta. Arahana añade que se busca eliminar defectos que perjudican a
estos cultivos como enfermedades, hongos o plagas.
Té guayusa
Una de las novedades del proyecto es que trabaja en un té llamado
guayusa, originario de la Amazonía ecuatoriana, que últimamente ha
tenido mucha popularidad en el país. "Se ha comprobado que incluso
muchas de sus propiedades son muy interesantes y que son beneficiosas
para la salud", dice Torres. Cree que este plan ayudará no solo a estas
especies de plantas, sino también a agricultores, pues se podría lograr
que los cultivos sean más resistentes y de mejor calidad. "En el caso de
la guayusa, si la demanda se sigue incrementando, tendremos que empezar
a investigar de qué manera es posible incrementar su producción",
indica. (Emilio Granja/USFQ)
Hace falta tecnología
Tras 10 años de investigación, los trabajos aún se encuentran en etapas
tempranas. La falta de maquinaria y fondos no han permitido a la
indagación avanzar más rápido. De acuerdo a Torres, Ecuador aún esta muy
rezagado en el área, tanto en investigaciones públicas o privadas. Sin
embargo, se ha buscado financiación de terceros para poder seguir
adelante. Según la coordinadora Torres, la investigación se financia con
becas externas como la de la IFS de Suecia y otras de la USFQ, además
de convenios con fundaciones externas.
Fuente
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