Fanesca: Tradición que une a familias


La fanesca no es un platillo más, es patrimonio alimentario de los ecuatorianos. Pero ¿quién creó la receta? ¿Por qué se prepara justamente en Semana Santa?
“Es un plato que únicamente se consume en Ecuador y sus ingredientes estrella son los granos tiernos y el pescado salado”, aseguró el gestor cultural Gustavo Rivadeneira durante el evento ‘Fanesca, vínculo de identidad, soberanía alimentaria y desarrollo’, que organizó la Escuela de los Chefs.
Sus orígenes se remontan a la época precolombina, durante la celebración andina del florecimiento ‘Paukar Raymi’ o Fuego Nuevo, de acuerdo al libro ‘La Fanesca’, de Jorge Trujillo.
Esteban Tapia, docente de la Universidad San Francisco de Quito reveló que la fanesca no es netamente católica sino, que más bien tiene que ver con la época de los granos tiernos, cuando se cultivan las habas, el mote, los chochos...”
Rivadeneira agregó que fue durante la Colonia que se agregaron elementos traídos por los españoles como la leche, el queso y el bacalao y se le otorgó el simbolismo cristiano. En 1882 aparece registrada la receta de fanesca en el primer libro de gastronomía de Quito, de la autoría de Juan Pablo Sánz y se llamaba ‘uchucucta’.
Desde entonces, se transmitió de generación en generación, uniendo a las familias para su preparación.
El cronista Rodolfo Pérez Pimentel detalló que a inicios de los años 40 en los barrios guayaquileños había un intercambio de fanesca, para que no se dañara, porque no existían las neveras y rememora la época en que la Semana Santa era abstinencia sexual, no se podía mentir, ni bañarse para no convertirse en pescado.
Narró que tenía la mala fama de ventosa porque producía digestiones lentas y pesadas. Se la llamaba la sopa del pobre porque el pescado, en aquel tiempo, era más barato que la carne. En el 2012 la Real Academia Española (RAE) incluyó la palabra fanesca como un ecuatorianismo.

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