Especies invasoras de flora afectan las islas Galápagos


En el siglo XIX, Galápagos tenía la reputación de ser un lugar duro e inhóspito. Los colonos de las islas, en esa época, para poder alimentarse mejor comenzaron a sembrar plantas como la mora (Rubus niveus) o guayaba (Psidium guajava) traídas desde el continente. Luego, para obtener recursos maderables optaron por el cultivo de cedrela (Cedrela odorata).
Al principio los habitantes establecieron zonas agrícolas, pero las aves como pinzones y animales terrestres como tortugas al comer los frutos de estas plantas y a través de sus excrementos ampliaron las áreas de especies invasoras.
Con el paso de los años esta flora ha logrado colonizar tierras de alto valor ecológico, asegura Danny Rueda, director de ecosistemas de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG). “Estas especies invasoras si no se controlan pueden desplazar a ecosistemas donde suceden procesos evolutivos de especies emblemáticas para las islas”, señala.
Para realizar un mayor y mejor control de estos especímenes, el Ministerio del Ambiente, a través de la DPNG, en conjunto con la Universidad San Francisco de Quito y la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) elaboraron el estudio ‘Una metodología para mapear la cobertura vegetal nativa e invasiva en los archipiélagos: un ejemplo de las islas Galápagos’.
Esta investigación determinó que el 3,09% del área protegida de la isla Santa Cruz y el 2,88% en Isabela tienen el porcentaje más alto de vegetación dominada por especies invasivas.
El estudio, que fue publicado en la revista científica SAGE Journals a principios de este mes, analiza nueve ecosistemas nativos, seis zonas dominadas por vegetación invasiva y dos tipos de lava, ubicadas en 18 islas que se monitorearon.
Además, el documento revela que Santa Cruz e Isabela son las islas más infestadas por cedrela, pasto (Pennisetum purpureum) y guayaba. La mora es la única que está en cinco islas infestadas (Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela, Santiago y Floreana).
Rueda sostiene que esta investigación sirve para “conocer superficies exactas y podemos elaborar planes de trabajo específicos, calcular costos y logística, para controlar la distribución de plantas introducidas que están en esas zonas”.
El especialista afirma que los métodos de control también deben ser analizados antes de aplicarlos debido a los ecosistemas que convergen en el archipiélago.
“Hemos logrado la erradicación de estas especies en zonas puntuales de anidación de tortugas, zonas de bosque de escalesia (planta nativa). Pensar en una erradicación total de las más de dos mil hectáreas infestadas que solo hay en Santa Cruz es impensable por los altos costos”. afirma.
El estudio, que utilizó vehículos aéreos no tripulados conocidos como drones e imágenes satelitales, también determinó los tipos de bosques nativos que tienen las islas.
De las 771.600,81 hectáreas definidas como tierra protegida por el PNG, el 34% de esta es bosque caducifolio (pierde sus hojas cada año). Seguido por bosque estacional y matorral de hoja perenne (7,89%), bosque de hoja perenne y matorral (3,99%), y matorral de hoja caduca (3,66%).
Actualmente el PNG también estudia aplicar controles biológicos para eliminar flora invasiva en extensas zonas, ya que los procesos manuales, mecánicos y químicos solo permiten intervenir en áreas reducidas.
“Llevamos tres años investigando un método de control biológico para mora en el que se ingresa un agente externo (hongo) que mata a la mora en estado natural. Esto ya se aplica con éxito en otros países, pero Galápagos es muy sensible... para tener resultados debemos investigar mínimo seis años más”, indica Rueda. (I)
Germinación
Plagas
Guayaba
Técnicos del Parque Nacional Galápagos descubrieron que la semilla de la guayaba se torna más fértil cuando se mezcla con los jugos digestivos de aves y tortugas, lo que permite su germinación en zonas protegidas.
Cascarilla
La cascarilla Cinchona pubescens, es otra de las plantas introducidas en el archipiélago.

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