Especialistas observan que hace falta educar a las madres. Autoridades reconocen esta realidad.
Según Unicef, 2 de cada 5 niños indígenas
en el país sufren de desnutrición crónica, por lo que la entidad indica
que enfrentar este reto debe ser una prioridad.
Elsa Imaicela, técnica en salud, es testigo de esta realidad. Durante sus recorridos por Paquisha, un cantón que tiene alrededor de 3.000 habitantes en Zamora Chinchipe, es muy común encontrarse con embarazadas que tienen bajo peso.
Su misión es elaborar un informe y recomendarles que acudan a un centro de salud para los controles, pues es el primer síntoma de que el neonato resulte desnutrido, lo que podría privarlo de lograr toda su potencialidad y desarrollo cognitivo.
Entre los moradores de Paquisha, además, es muy usual que presenten problemas de parasitosis, ya sea por la falta de higiene o alcantarillado. Según esta especialista, el agua que reciben es de mala calidad. La pobreza es alta.
María Elsa Herrera, investigadora de la escuela de Salud Pública de la
Universidad San Francisco de Quito, cree que en el país hace falta una
estrategia de apoyo a las embarazadas, desde la fecundación hasta que
los niños tengan al menos 2 años.
Por lo general, mencionó, pocas acogen la recomendación de que un niño debe recibir lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida. Sostuvo que hace falta una mayor educación de las madres “para que mejoren su estado nutricional y para que transmitan un buen estado nutricional al niño desde la concepción”. Si bien el Gobierno asegura que la pobreza se ha reducido en la última década, la ministra de salud, Verónica Espinosa, reconoció que “la desnutrición sigue siendo una deuda pendiente para nuestro país”.
“Es la consecuencia de problemas sanitarios, sociales, económicos...
Existe una deuda pendiente, una intervención completa en estos
factores”, señaló.
Los últimos datos que se tienen son de la Encuesta Demográfica y de
Salud Materna e Infantil (2014), donde se indica que este problema
afecta al 23,9% de niños de hasta 5 años.
Unicef asegura que “el problema en Ecuador no es la falta de
disponibilidad de alimentos, (sino) es la inequidad en el acceso a una
alimentación adecuada que tiene por factores educativos y por otra,
factores económicos”. (RVD)
La desnutrición infantil
La realidad
Al menos uno de cada cinco niños menores de cinco años tiene baja talla para la edad; es decir, desnutrición crónica.
El 12% de los niños tiene desnutrición global: bajo peso para la edad. El 16% nace con bajo peso.
Seis de cada 10 embarazadas y 7 de cada 10 menores de 1 año sufren de anemia por deficiencia de hierro.
Estas cifras casi se duplican en poblaciones rurales e indígenas, por ejemplo en Chimborazo, con alta población indígena, la desnutrición alcanza un 44% mientras el promedio nacional es de 19%.
El 12% de los niños tiene desnutrición global: bajo peso para la edad. El 16% nace con bajo peso.
Seis de cada 10 embarazadas y 7 de cada 10 menores de 1 año sufren de anemia por deficiencia de hierro.
Estas cifras casi se duplican en poblaciones rurales e indígenas, por ejemplo en Chimborazo, con alta población indígena, la desnutrición alcanza un 44% mientras el promedio nacional es de 19%.
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