El estrés nunca se va a ir, siempre va a estar ahí, por eso lo importante es aprender a manejarlo.
El parque La Carolina se convirtió en el
escenario ideal para iniciar la campaña ‘Dale suave… para, respira,
vive’, que busca dar opciones de actividades distintas a las personas
para salir del estrés diario y sobre todo dejar de lado la tecnología.
Esta campaña forma parte de un grupo de proyectos creados e impulsados por estudiantes del Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas (Cocoa), de la Universidad San Francisco de Quito.
Esta iniciativa permitió que las personas que acuden al parque participen en sesiones de yoga, bailoterapia, danza tribal (un baile con movimientos suaves que relajan el cuerpo), capoeira, meditación, pintura y arte para niños y adultos, guiados por profesionales y organizaciones que apoyan la iniciativa de dar opciones de relajación.
Detrás de la Cruz del Papa del parque La Carolina, al norte de Quito, se
colocaron desde muy temprano en la mañana los instructores y
voluntarios para realizar la actividad física, así como cuatro carpas en
las que se compartieron estrategias para desestresarse, salir de la
rutina diaria y especialmente “desconectarse del celular”, según dijo
Cristina González, que forma parte del grupo de estudiantes que impulsa
el proyecto.
Alternativas
Una de esas alternativas es el escalar, salir a la montaña y practicar yoga en medio de la naturaleza. “Escalar es un deporte equilibrado que ayuda en lo físico y en lo mental, ayuda mucho para la seguridad personal”, decía a los interesados Leonel Pacheco, de Escala Ecuador.
El senderismo también ayuda mucho a combatir el estrés. El Sendero,
Ideas Verdes y Turismo, es otro de los colectivos que apoya la
iniciativa de los estudiantes universitarios y que promueve el
senderismo, meditaciones y yoga al aire libre, bicirrutas y talleres
para una alimentación sana que conducen a una integración, con respeto,
del hombre y la naturaleza.
También se informó sobre la terapia de flotación o aislamiento
sensorial, que consiste en que la persona se acuesta en agua que
contiene sales curativas, que tienen sulfato de magnesio, que ayudan a
relajar los músculos. Todo este proceso se hace en un ambiente oscuro y
sin ruidos para que el cuerpo entre en estado de relajación y
regeneración, explicó el representante de Flotarium, que se unió a la
iniciativa contra el estrés. (CM)
Contacto con animales
En la jornada antiestrés también se incentivó la adopción de mascotas. Catman y Dogin, una organización de rescate animal, estuvo presente con algunos perros pequeños y grandes, varios de los cuales encontraron ya hogar.
“Los animales relajan mucho a las personas”, dijo Cristina González, una de las estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito que impulsan el proyecto ‘Dale suave… para, respira, vive’.