Quito, una ciudad intercultural



"Para nosotros como Unesco, la ciudad de Quito es una joya del Patrimonio Mundial", dijo la directora de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, en su reciente visita a Ecuador, donde destacó los trabajos de preservación y restauración que se llevan a cabo. 

"Mucho que ofrecer". "La @UNESCO_es está más decidida que nunca en acompañar al pueblo de #Quito y del #Ecuador en la preservación del Centro Histórico de Quito", escribió en su cuenta de Twitter.

El alcalde de Quito en funciones, Eduardo del Pozo, le entregó a la funcionaria el pergamino de la Declaratoria de "huésped ilustre" y una imagen de la Virgen de Legarda, símbolo de la Ciudad de Quito.

Bokova recordó que fue el centro colonial de la ciudad de Quito el que inauguró en 1978 la lista del Patrimonio Mundial.

"Los quiteños, ecuatorianos y el mundo celebraremos en el 2018 el 40 Aniversario de la Declaratoria de San Francisco de Quito como Patrimonio Mundial de la Humanidad y es notable el carácter excepcional del Centro Histórico, que ha logrado mantenerse prácticamente intacto y también es notable su vitalidad", destacó.

Además del casco antiguo de Quito, las distintas listas de patrimonio de la Unesco incluyen la ciudad de Cuenca, el Parque Nacional Sangay, Galápagos y el QhapÑaq Ñan (Camino del Inca), así como los patrimonios inmateriales como el sombrero de paja toquilla y la lengua zápara.

Asimismo, destacó la importancia del proceso de diálogo multicutural y del papel del patrimonio, porque "Ecuador tiene mucho que ofrecer al mundo a través de la Unesco", de su "patrimonio intangible, cultural, de naturaleza".

Promueve la libertad. En el 2011 el Concejo Metropolitano, en sesión extraordinaria, declaró a Quito como Ciudad Intercultural para promover la libertad e igualdad de los grupos humanos mediante el reconocimiento y apoyo de sus potencialidades.

En Quito conviven los elementos coloniales con aquellos aportados por la cultura aborigen y que se reflejan en sus museos, como también en los edificios. 
Inclusive en Quito destacan elementos de la interculturalidad sonora como el rondador. Desde épocas precolombinas las flautas de pan, bajo diferentes formas y tamaños, fueron muy conocidas y se han  identificado figuras arqueológicas de músicos ejecutando distintos ejemplares de este instrumento.

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