Se integró nuevo miembro a la Academia Ecuatoriana de la Lengua

Gabriela Balarezo







En una sesión solemne, la Academia Ecuatoriana de la Lengua (AEL) incorporó ayer (18 de junio) al doctor Carlos Freile Granizo como nuevo miembro de esta institución.

El acto inició con palabras de la doctora Susana Cordero de Espinosa, directora de la AEL; después, el Académico de Número, el doctor Fabián Corral Burbano de Lara, dio un discurso de bienvenida al nuevo integrante de la Academia.

“Que yo me haya integrado a la AEL se debe a la bondad de un grupo de académicos y amigos que consideraron que dentro de mis modestas capacidades tengo algo que aportar a esta y yo pienso que también tengo mucho que aprender de los académicos”, dice Carlos Freile.

El doctor Carlos Freile Granizo realizó sus estudios en Chile, Alemania y Ecuador, especializándose en Filosofía e Historia. Freile ha escrito, ensayos, biografías, artículos y libros de poesía e Historia. También se ha dedicado a la docencia, fue profesor de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y, actualmente, es catedrático de la Universidad San Francisco de Quito.

“Desde muy temprano mis padres y mis profesores me enseñaron a amar la lengua, a la cultura y, sobre todo, a los libros y desde que comencé a leer no lo he dejado de hacer hasta el día de hoy”, dice Carlos Freile.

En el marco de la sesión solemne, también se dio paso a la intervención del nuevo miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, Carlos Freile, quien disertó sobre el tema ‘Apodos e insultos en el Reino de Quito’.

En el discurso, el académico citó varios curiosos y creativos términos que eran utilizados por la sociedad en los siglos XVIII, XIX y XX que eran usados a modo de burla, como sobrenombre o también insulto. Todos estos términos fueron recolectados de archivos históricos e investigaciones realizadas por Freile.

Finalmente, la directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, Susana Cordero, entregó a Freile un diploma y la medalla correspondiente. En el acto, el nuevo integrante de la academia mostró su agradecimiento y manifestó su compromiso como miembro de esta institución.

“Mi función ahora como académico es tratar de guiar y luchar para mejorar el uso de la lengua en nuestro país, para hacer que el Ecuador respete nuestro idioma sin caer en cultismos, academicismos y que se pueda hablar un castellano digno de respeto”, dice Freile.

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